¿PARA QUÉ?
¿Tanto mal para qué? ¡Cuánto nos podríamos
haber ahorrado los socialistas si el paso que ha dado Joan Ignasi Elena lo hubiera
dado antes!, si era la idea que tenia, ¿porqué engañar a la opinión pública? si
sabía de siempre que estaba en minoría, ¿ porqué refundar y regenerar un
partido que ahora reconoce profundamente democrático?, como es que llegado a
esta conclusión, "Mi marcha puede contribuir a que al PSC le vaya
bien", después de tanto mal causado, y del no reconocimiento de un congreso
y los sucesivos Cosells Nacionals donde se tomaron las decisiones democráticamente
con su participación y la de otros/as que tampoco están de acuerdo.
Está bien, “de admitir el
"fracaso político" que supone el hecho de que sus planteamientos
políticos no hayan fructificado”, pero sus gestos deberían de ir más allá de la
mera justificación, tiene un escaño que legalmente le pertenece, pero que lo
tiene por ir en las listas del PSC, yo creo que lo más políticamente correcto sería
devolverlo al partido.
¿Tanta propuesta de renovación, refundación
para qué? cuando se tiene la oportunidad de proponer unas estrategias y poder
defenderlas mediante la alternativa democrática de un congreso y presentarse
como candidato se renuncia a esta posibilidad y se escoge la salida, seguro que
al final del todo y después de no sé cuantas justificaciones obtará por montar
otra organización, naturalmente donde los disidentes – como les llaman – sean los
que manden y donde no se tengan que hacer elecciones primarias para ser
candidato.
Tanto mal a la organización que
se dice querer, ¿para qué?, ¿es que no estamos por el derecho a decidir?, pero
con legalidad para que fuera válido y no causara más traumas a la población, acaso
no fue eso lo que se acordó en un congreso hace dos años y pico y en cual Joan Ignasi Elena participó democráticamente
igual que las demás personas que dicen no estar de acuerdo con la línea del
partido.
En fin como socialista me parece
que todos tenemos derecho a discrepar de las posiciones que se adoptan en mayoría,
pero que menos que exigir dos cosas perfectamente democráticas, una respeto a
la decisión tomada y la otra tratar de cambiar la correlación de fuerzas si se
puede y para eso que mejor momento que el actual ya no vale solo con decir que
el proceso lo dirige el aparato, es algo muy manido, pero todavía tiene menos
sentido cuando uno mismo ha pertenecido bastante tiempo al aparato.
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